Cómo aprovechar esta lectura
PRIMERA REGLA: RESPETAR
Siempre que use una parte de La culpa es de la vaca, y cuando sea el caso, por favor dé crédito a los autores o compiladores. Esta regla debe ser respetada por todos. Nosotros hacemos referencia del autor o de la fuente porque es el principio del respeto por la creatividad del otro lo que nos da autoridad moral para insistir en este punto.
SEGUNDA REGLA: COMPARTIR
Cada vez que crea que puede hacer pedagogía con alguna parte de La culpa es de la vaca, ¡adelante! ¿Cuántas veces en una conversación, o en una reunión social, o con su equipo de trabajo, o en su familia, usted puede ayudar a otra persona a través de parábolas, anécdotas o fábulas como las que aquí presentamos, sin necesidad de entablar largas discusiones sobre un tema que se agota con la narración misma? A veces es mejor un buen ejemplo que un mal sermón.
TERCERA REGLA: PREGUNTAR
Después de presentarle a una persona o a un grupo cualquiera de los escritos de este libro, formule preguntas abiertas. Algunas pueden ser:
- ¿Qué reflexión o idea le evoca esta anécdota?
- ¿Qué aplicación le ve para nuestra empresa, nuestra organización, nuestra vida personal?
- ¿Cómo podemos aplicar lo aprendido en esta narración?
- ¿Se parece esto a lo que vivimos cotidianamente?
Cada persona puede tomarse algunos minutos para pensar y hacer anotaciones, luego se reúne con otras cinco o seis para compartir sus reflexiones. A continuación, en una plenaria, cada grupo comparte con los demás sus conclusiones. Este sencillo ejercicio tiene una potencia enorme para el aprendizaje individual y colectivo.
Posteriormente usted, como líder del grupo, podrá aprovechar este material para enfocar la discusión y reforzar las ideas que más hayan contribuido al objetivo de su reunión.
Cuando se trata de un grupo numeroso, es muy práctico que por cada subgrupo haya una narración diferente, todas conducentes al tema de la reunión: liderazgo, comunicaciones, ética, relaciones interpersonales, etcétera. En la plenaria, cada grupo lee la narración que le correspondió y comparte sus conclusiones.
CUARTA REGLA: TOLERAR
No pretenda que los demás descubran las mismas conclusiones que usted: cada uno tendrá las propias. No descalifique las ópticas diferentes; por el contrario, asúmalas como una forma de enriquecerse. El principio de la tolerancia consiste en saber escuchar al otro, sin recriminarle sus pensamientos ni sus conductas.
QUINTA REGLA: REFLEXIONAR
La mejor manera de aprovechar este libro consiste en abrir la mente y el espíritu a la comprensión, al debate, a la discrepancia. No pretenda hacer tolerancia con dogmatismo. Relativice, vea la realidad como los demás la ven, trate de adivinar los motivos y el contexto de los otros, que son totalmente diferentes de los suyos.
SEXTA REGLA: ESCRIBIR
Si usted ha aplicado alguna parte de La culpa es de la vaca y comparte con nosotros su experiencia, podríamos ampliar para otras personas no sólo el número de anécdotas y parábolas, sino también la manera como se han aplicado en el cambio de actitudes y valores, o simplemente en el campo de la convivencia y la tolerancia.
Realizar una construcción colectiva será para nosotros una muestra de que en nuestro país, y posiblemente en el ámbito de los países hispanoparlantes, estamos buscando objetivos similares en materia de convivencia social. Por lo tanto, siéntase en total libertad de escribirnos, hacer su aporte o recomendar otras situaciones o espacios donde estas narraciones puedan utilizarse.
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* Para darnos a conocer sus impresiones sobre estas lecturas, puede comunicarse a la dirección electrónica laCulpaEsDeLaVaca@yahoo.com