¿Cambiar el destino?
Durante una batalla, cierto general decidió atacar al adversario a sabiendas que su ejército era inferior en el número de efectivos. Pero estaba confiado en ganar, aun cuando sus hombres estaban llenos de dudas. Camino a las operaciones, se detuvieron en una capilla. Después de rezar con sus hombres, el general sacó una moneda y dijo:
—Ahora tiraré esta moneda. Si es cara, ganaremos. Si es cruz, perderemos. El destino se revelará.
Tiró la moneda en el aire y todos miraron atentos como aterrizaba en el suelo. Era cara. Los soldados estaban tan contentos y tan confiados que atacaron vigorosamente al enemigo y consiguieron la victoria.
Después del combate, un teniente le dijo al general:
—Nadie puede cambiar el destino.
—Tal vez —contestó el general con una sonrisa de picardía mientras mostraba al teniente una moneda que tenía cara en ambos lados.
¿La diferencia entre el éxito y la derrota estará en nuestras mentes?
¿Si conectáramos nuestra mente con los sueños, sería más fácil hacerlos realidad?
¿Somos lo que pensamos?